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6 plantas trepadoras con flor perfectas para tu terraza o jardín

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Plantas trepadoras con flor

Espléndidas plantas trepadoras con flor para embellecer tu casa

Cuando has estado caminando por algunos de los barrios más bonitos de tu ciudad llegas a una conclusión: las plantas son uno de los grandes elementos de armonía. La vitalidad y color que estos seres vivos son capaces de aportar a nuestros espacios exteriores es algo que siempre hemos estado dispuestos a admirar. Desde terrazas hasta jardines, todos son un regalo.

Uno de los grupos más utilizados en este ámbito es el de las plantas trepadoras con flor, por su dinamismo vertical junto con sus colores hermosos. Algunas variedades son especialmente interesantes.

Jazmín (Jasminum)

Una de las elecciones clásicas a la hora de decorar terrazas o jardines es el jazmín. Sus flores blancas o amarillas no solo suponen un placer para la vista, sino que emiten una de las fragancias más reconocibles y agradables. Se trata de una de las plantas trepadoras con flor perennes que mejor funcionan para cubrir vallas o rejas, por ejemplo, y además podrás disfrutar de sus flores durante gran parte del año, especialmente durante la primavera y el verano. A pesar de ser originario de regiones tropicales y subtropicales, el jazmín se ha extendido a nivel mundial como elemento común por su belleza y aromas y puede encontrarse en los más acogedores jardines.

Una curiosidad es la importancia que ha tenido en diversas tradiciones de culturas asiáticas y de Oriente Medio, de donde procede. Allí el jazmín se considera un símbolo de amor y belleza y es utilizado con asiduidad en ceremonias como bodas u otras celebraciones religiosas. Además, el aceite esencial de jazmín es utilizado en perfumería.

Respecto a sus cuidados, hay que asegurarse de proporcionarle un suelo bien drenado y una ubicación soleada. No obstante, también puede tolerar algo de sombra parcial. En los períodos secos del año demandará un riego regular, se adapta bien a climas cálidos y templados y crecerá sin problema tanto en maceta como en el suelo. Es una planta resistente y relativamente libre de plagas y enfermedades, lo que la convierte en una excelente opción para principiantes.

Buganvilla (Bougainvillea)

Su origen es América del Sur, y en los últimos años ha ganado gran popularidad. De hecho, esta planta puede encontrarse a lo largo de toda la costa mediterránea, y sus colores son impresionantes. Lo que le proporciona estos llamativos tonos son las brácteas, en colores morado, rosa o rojo, que abundan de manera abrumadora. Al no tratarse exactamente de las flores, sino de una especie de hoja modificada que crece alrededor de estas, la duración de su manto colorido es mayor de lo esperado, pues no se da solamente en su pico de floración. En algunas partes de la península puede presentar sus vivos pigmentos durante todo el año. Una delicia para los jardineros.

Esta es una opción ideal en caso de climas áridos, puesto que esta planta trepadora tolera muy bien la sequía. Lo que sí que requiere es un buen aporte de luz solar y un clima cálido. Aparte de eso, va a necesitar muy poco mantenimiento una vez asentada. Una de sus características, que no se puede dejar de mencionar, es su capacidad de crecer vigorosamente, lo que la convierte en una gran opción si se está buscando una planta para tapar un muro o pared de forma rápida.

Clemátide (Clematis)

Por su amplia variedad de colores y sus formas de floración, esta variedad es la opción más versátil para embellecer tu jardín o terraza. Presenta flores simples o dobles y sus tonos oscilan entre el blanco puro y el morado intenso. Existe un clemátide para cada gusto específico y para cada persona.

A diferencia de las anteriores, esta planta no requiere tanto sol, y funcionará mejor con una sombra parcial, junto con un suelo fresco y húmedo. Es importante tener en cuenta que algunas variedades de clemátide prefieren que sus raíces estén a la sombra, mientras que sus brotes reciben luz solar directa. Supone una mejor opción para climas más norteños, junto a la costa atlántica. Se trata de una opción elegante y que, como el resto, presenta una capacidad para trepar y expandirse, lo que la hace perfecta si se quiere añadir algo de encanto a pérgolas, vallas o arcos.

Glicina (Wisteria)

Conocida popularmente como glicina, este género se encuentra dentro de las plantas trepadoras con flores más vistosas. Sus racimos colgantes de flores en tonos de violeta, azul o blanco le otorgan una belleza sofisticada. Originaria de Asia, la glicina es conocida por su espectacular floración en primavera. Además de su apariencia, también desprende una fragancia dulce y agradable, atrayente de mariposas.

En cuanto a sus necesidades y cuidado, esta planta prospera en un emplazamiento soleado y suelos bien drenados y fértiles. Durante los períodos secos, un ruego regular será importante, sobre todo para fomentar una floración abundante. Una consideración fundamental con esta planta es su vigoroso crecimiento, lo que le confiere la capacidad de cubrir grandes áreas rápidamente, pero a la vez la hace susceptible de requerir una atención especial en términos de poda y mantenimiento regular para controlar su tamaño, evitando que se vuelva demasiado invasiva.

Madreselva (Lonicera)

Esta curiosa planta tiene unas flores tubulares y en forma de campana características y delicadas, junto con un dulce aroma, siendo una excelente opción para cualquier jardín, terraza o patio. Durante siglos, ha sido apreciada por su belleza ornamental, además de tener un valor como planta medicinal en algunas culturas.

Es interesante tenerla en cuenta por su resistencia, pudiendo crecer en una amplia variedad de condiciones, desde a pleno sol hasta con sombra parcial. Esto la hace fácil de cultivar y perfecta para principiantes o personas con poco tiempo libre. Puede plantarse tanto en primavera como en otoño, aunque la mejor época es la primera, pues permite que establezca sus raíces antes del calor de verano. Prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica, pero puede tolerar gran variedad de tipos de suelo.

Se puede podar para adaptar sus formas a los requerimientos del jardín o terraza y para promover una floración más profusa. También habrá que estar atento a posibles plagas como el oídio o los áfidos y tomar medidas para controlarlas si es necesario.

Rosal trepador (Rosa)

A la hora de agregar elegancia vertical a cualquier jardín o terraza, los rosales trepadores son una excepcional idea. Se trata de una de las plantas trepadoras con flor por excelencia, de las que se puede asegurar que gustan a todo el mundo. Probablemente, sea la más conocida de todas ellas.

Desde hace muchos años que se trabaja con ellos en jardinería, habiendo conseguido por cruzamiento y reproducción de especies una amplia variedad de colores, formas de floración y aromas diferentes. Tienen origen en partes del mundo diversas y una larga historia acompañándonos en la vida cotidiana, aportándole un poco de color al paisaje. Su floración se extiende desde la primavera hasta el otoño en climas adecuados.

Sus cuidados requieren de una posición soleada con suelo fértil y bien drenado, evitando encharcamientos. Es posible plantarlos tanto en maceta como directamente en el suelo. Aunque su capacidad para trepar es buena, necesitan de un buen apoyo. Por ejemplo, se encuentran cómodas en torno a vallas o enrejados resistentes. Deben podarse para mantener su forma, preferiblemente después de la floración, con el fin de promover su crecimiento adecuado y sano. A la hora de plantarlas, lo mejor es hacerlo en primavera u otoño, con temperaturas moderadas, y se debe cavar un hoyo suficientemente grande para acomodar las raíces. Además, es recomendable añadir compost o materia orgánica al suelo para enriquecerlo y proporcionar a la planta los nutrientes que necesita.

Un consejo para conseguir que tus pequeños vergeles de plantas trepadoras luzcan de la mejor manera posible es no olvidar su fertilización. Aportar fertilizante de vez en cuando, especialmente durante la época de crecimiento, hará que la planta pueda lucir lo más sana posible. De igual manera, debes estar atento a todas las variables que se han ido comentando, desde las podas a las características concretas de riego, exposición al sol y tipo de suelo para cada una de ellas. Recuerda que todas ellas pueden ser plantadas tanto en maceta como directamente en el suelo, por lo que son versátiles y aptas para diferentes ámbitos.

Estas variedades de plantas van a aportar a tu jardín o terraza ese toque especial que a veces hace falta, consiguiendo que te sientas realmente a gusto en un entorno tan cotidiano. Elige la que más se adecúe a tus gustos y características, dependiendo del espacio del que dispongas, el tiempo que puedes permitirte emplear para mantenerlas o el clima de tu región.

No hay que olvidar que se trata de seres vivos y como tales tienen sus requerimientos para mantenerse espléndidos, pero estos son los ejemplos de mayor calidad si lo que buscamos es una planta trepadora con flor que aporte una presencia deslumbrante con el mínimo esfuerzo necesario en su mantenimiento. Ya solo te queda un paso, que es plantar.

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