La arquitectura es una de las expresiones artísticas más visibles en las ciudades de todo el mundo. Los mejores creadores son capaces de cambiar la imagen de una urbe y dejar su impronta, su forma de ver la construcción, con edificios que perduran generación tras generación.
El de Aníbal González es un caso muy representativo de esto, ya que con su particular lenguaje creativo, fue capaz de dejar su huella cultural en una ciudad tan genuina y llena de historia como Sevilla.
Ganarse un puesto en una urbe que cuenta con milagros arquitectónicos como los Reales Alcázares o el Palacio de Las Dueñas no es fácil. Por eso, el reconocimiento de Aníbal González como el arquitecto de Sevilla es todavía más impresionante.
¿Qué legado dejó este creativo en la perla del Guadalquivir? ¿Qué edificios tienen la impronta de González? ¿Cuáles son las líneas de trabajo que definen la arquitectura de este sevillano?
Índice
Aníbal González: un hombre entregado a la piedra
Aníbal González Álvarez-Ossorio nace en la capital de Andalucía el 10 de junio de 1876 en una humilde familia de la ciudad. Pese a ser el primogénito de su familia, siempre fue impulsado por sus padres a estudiar, aunque esto exigiera sacrificios económicos para sus padres.
Consciente del esfuerzo de su familia, el joven Aníbal se graduó como primero de su promoción en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid en 1902. Desde ese año, comenzó una rutilante carrera que lo llevó a convertirse en uno de los mejores representantes de la arquitectura regionalista sevillana.
Pese a su pronta muerte –falleció con tan solo 52 años en 1929–, Aníbal González no solo ejecutó importantes obras privadas y públicas, sino que incluso presidió la asociación de arquitectos de Andalucía, fue parte de la directiva del Ateneo de Sevilla e incluso se encargó de la Exposición Iberoamericana desde 1911 hasta 1926.
Sin embargo, su vida no fue tan exitosa como pudiera parecer, sufrió un atentado por parte del sector de la construcción, del que afortunadamente salió ileso y, a la fecha de su muerte, prácticamente vivía en la pobreza y con numerosas deudas que marcaron el futuro de su viuda.
El descubrimiento del regionalismo
Obviamente, tanto por pasión propia como por motivo de sus estudios, Aníbal González conocía, desde bien joven, los distintos estilos arquitectónicos del momento en España.
Como es esperable por la época de su desarrollo profesional, el modernismo fue una de las grandes influencias de este creador, que bajo el influjo de estos parámetros arquitectónicos llegó a levantar más de 30 viviendas en Sevilla, logrando una gran fama.
Sin embargo, fue en su viaje de novios con Ana Gómez Millán y en algunas escapadas posteriores, tanto por el país como por otras ciudades europeas, cuando se reencontró con una tendencia constructiva que marcaría toda su trayectoria: el neomudéjar. Esto se combinó con lo que verdaderamente marcaría un punto y aparte en la vida de González: el regionalismo.
Este estilo se caracteriza por el uso de elementos sencillos y estructuras básicas, donde los materiales y las artes del territorio inmediato se convierten en los verdaderos protagonistas del espacio.
Así, la cerámica vidriada, el ladrillo, la forja y la cal se convierten en los principales elementos de trabajo de Aníbal González Álvarez-Ossorio, y es bajo estos parámetros cuando lleva a cabo algunas de sus obras más importantes.
El legado arquitectónico de Aníbal González en Sevilla
La ciudad de Sevilla conserva, en la actualidad, muchos edificios públicos y privados en los que es posible descubrir a Aníbal González, el arquitecto de Sevilla. Estos son algunos de los proyectos más destacados de este diseñador, considerado un artista por las escuelas de arquitectos posteriores.
La plaza de España: el gran icono de Aníbal González
Comenzar por la relación de Aníbal González con la Plaza de España es casi obligado: este espacio es uno de los grandes monumentos arquitectónicos de la ciudad, a la altura de la catedral, los Alcázares, el puente de Triana o la Torre del Oro.
De hecho, se trata de uno de los puntos más visitados de la ciudad, aunque muy poca gente sabe que este espacio tan mágico salió de la mente de Aníbal González Álvarez-Ossorio.
Con sus arcos, su pequeño lago, sus artesonados de madera y su clara estética regionalista, este es el gran trabajo del arquitecto sevillano, que eligió este diseño como edificio principal de la Exposición Iberoamericana de 1929.
La Casa Nogueira
La bella fachada de la Casa Nogueria es otro de los grandes regalos de Aníbal González a la ciudad de Sevilla. Esta obra forma parte de las primeras construcciones del arquitecto, se levantó en 1908 y se encuentra en el cruce entre las calles Martín Villa y Santa María de Gracia, pegadito a La Campana.
Se trata de un edificio de viviendas familiares que fue impulsado por Manuel Nogueira y diseñado por González Álvarez-Ossorio y es clave para el estudio de su obra porque supone el primer paso hacia una identidad propia.
En la Casa Nogueira, Aníbal se aleja por primera vez del modernismo imperante y comienza una transición hacia el regionalismo, lo que dota a la fachada de este edificio de una identidad propia, muy genuina.
El pabellón Mudéjar
De nuevo, las exposiciones iberoamericanas nos permiten gozar de un edificio centenario donde Aníbal González desplegó todo su talento: el pabellón Mudéjar.
Este edificio se inauguró en 1916, tras varios años de retrasos en las obras que mermaron la fama del arquitecto. Llama la atención su fachada, que hace honor al nombre que los sevillanos han dado a la propiedad mostrando una clara influencia del estilo mudéjar, con arcos lobulados, pilares, ladrillo visto y cerámicas de un elegante color verdoso.
El interior, que hoy alberga un museo de Artes y Costumbres Populares, no desmerece al exterior, y el edificio hoy tiene tanto interés por las piezas que muestra como por su distribución, sus arcadas y un precioso patio que ya de por sí justifica la visita.
Otras obras de Aníbal González en la ciudad de Sevilla
Más allá de estas tres destacadas obras, los interesados por la trayectoria creativa de Aníbal González en Sevilla pueden encontrar otras muestras del talento del arquitecto por toda la ciudad.
La Casa Álvaro Dávila, El Museo Arqueológico o el Pabellón Real son algunas de las obras que cuentan con el talento de este creador único: Aníbal González, el arquitecto de Sevilla.