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Cómo pintar una puerta de madera para que quede como nueva

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Persona pintando puerta de madera en blanco

Si tienes dudas sobre cómo pintar una puerta de madera, te ofrecemos todos los detalles que necesitas. Paso por paso, te resultará muy sencillo, además de ahorrarte un buen dinero en vez de comprar otra, puedes lograr que quede como nueva, dándole a ese espacio de tu hogar una visión renovada, especialmente si has pensado en cambiar la decoración.

Qué pinturas se deben usar para pintar puertas de madera

Tienes la oportunidad de encontrar numerosas opciones de pinturas, que van desde la laca o el esmalte hasta el barniz entintado. En caso de que optes por la laca, estás apostando por una pintura duradera, que resiste muy bien los cambios climáticos. Es importante que las apliques con un rodillo específico, de fibra teflonada y pelo corto.

Entre los esmaltes, encontrarás de agua y aceite. El primero es perfecto para interiores, mientras que el segundo te garantiza una mayor durabilidad en exteriores. También verás el esmalte sintético, especialmente si tu puerta puede sufrir temperaturas extremas, como una gran humedad o los rayos UV directos.

Si te decantas por el barniz entintado, encontrarás productos muy prácticos, que te evitarán comprar otros productos para lograr el efecto increíble que buscas en el acabado. Te recomendamos que elijas el barniz si tu puerta posee uno de los colores clásicos de madera, como el caoba, cedro o nogal.

Por otra parte, la pintura acrílica para madera es una opción versátil que se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores. Además, proporciona un acabado duradero, resistente a los rayos UV y a la decoloración.

Al elegir la pintura para tu puerta de madera, considera el uso previsto, la ubicación (interior o exterior), el nivel de exposición a la humedad y la resistencia requerida. Siempre es recomendable seguir las instrucciones del fabricante para obtener los mejores resultados y asegurar la durabilidad del acabado.

Botes de pintura para pintar puerta de madera

Qué colores son los mejores para una puerta de madera

A la hora de elegir un color para tu puerta, debes tener en cuenta la decoración de tu casa y, en definitiva, tus gustos y el resultado final que esperas. Entre los colores que te sugerimos están los más populares, que sueles encontrar en casi todas las casas, así como otras opciones que te servirán para romper con lo clásico y darle un aspecto más alegre a tu ambiente.

Comenzamos por un clásico, como es el blanco, que no solo combina perfectamente con cualquier decoración de tu casa, sino que aporta una sensación de mayor amplitud, sobre todo en aquellas habitaciones más pequeñas. El color blanco permite reflejar la luz, aumentando la luminosidad del entorno y aportando una especial frescura.

En contraste con el anterior, puedes optar por el negro, que te ayudará a crear un diseño interior elegante. Destaca por la profundidad que otorga en la estancia, aunque, en el caso de este color, suele ser elegido para exteriores, al conjuntar perfectamente con las tonalidades que nos regala la naturaleza.

El gris es una tonalidad neutral que transmite tranquilidad y calidez, además de combinar muy bien con casi cualquier diseño de interior. Verás que no hay estilo al que se resista. Solo necesitas seleccionar el tipo de gris que mejor vaya con tus gustos.

Para una mayor suavidad, sin abandonar la sensación cálida, está el beige. Con este color acertarás en todo momento, especialmente porque queda cercano al color amaderado original de la puerta.

Puedes romper con lo tradicional y lo neutral eligiendo el azul, que aporta una gran vitalidad y frescura al ambiente. Aunque necesitarás combinar los colores de la habitación, verás la facilidad que tiene para conjuntar con casi cualquier tonalidad.

El rojo es otra propuesta que te ofrecemos, tal vez algo más arriesgada, pero para nada desdeñable. En sí, cualquier tono rojizo nos hace sentir con mayor energía, así que, te vendrá muy bien en la habitación que uses como estudio o en donde te dediques a tus actividades cotidianas. Notarás enseguida cómo un color puede hacer que todo se llene de pasión y vibración a tu alrededor.

Para evocar a la naturaleza en un espacio relajado de tu casa, el verde es una excelente opción. Al ser un color vivo y vistoso, permite aportar alegría y energía a la puerta. Es una alternativa decorativa que consigue armonizar con otros elementos vegetales o de madera.

El amarillo brillante es un color audaz y enérgico que puede agregar un toque de vitalidad y alegría a cualquier espacio, incluyendo una puerta de madera. Este tono llega a convertirla en un punto focal en la habitación, ayudando a iluminar visualmente el espacio. Sin duda, esta opción es muy común en personas que buscan un toque de optimismo y personalidad en el hogar.

Ahora que tienes algunas ideas de cómo pintar una puerta de madera ya pintada, es el momento de ver cada paso para lograr que quede perfecta. Verás lo fácil que resulta restaurarla, sin necesidad de requerir la mano de obra de un profesional.

Brocha y botes de colores de pintura

Así es cómo debes pintar una puerta de madera paso a paso

Es el momento de que sepas cómo pintar una puerta de madera en blanco o en otro de los colores que te hemos mencionado. Para ello, te desarrollamos cada uno de los pasos, para que no te quede ninguna duda y consigas un trabajo completamente profesional.

Desmonta la puerta

Si es posible, te recomendamos desmontar la puerta, a fin de llegar a todos los espacios y obtener un resultado óptimo. Una vez que lo consigas, deberás colocarla sobre unas borriquetas o caballetes, que te permitirán trabajar más cómodamente.

Te resultará muy útil cubrir los picaportes con cinta de carrocero, así como el pestillo y las bisagras. De esta forma, evitas que puedan mancharse de pintura cuando estés aplicándola.

Persona desmontando puerta de madera

Limpia la superficie y comienza a lijarla

El siguiente paso inicia con la limpieza de la superficie. Para ello, ayúdate de un paño húmedo para quitar el polvo y la suciedad. Lo siguiente será lijar la madera, con el fin de eliminar el barniz antiguo o los restos de pintura anteriores.

Necesitarás una lija de grano medio o fino, además de mucha paciencia. Verás cómo se borran también arañazos o imperfecciones que no deseamos que continúen viéndose. Deberás resanar los golpes o daños, si los hubiera, con masilla para madera, que encontrarás en tu tienda habitual. Después de lijar, limpia el polvo con un trapo húmedo.

Mano limpiando puerta de madera

Aplica la imprimación

Es el turno de la imprimación. Esta se trata de una capa previa que ayuda a fijar mejor la pintura y a optimizar el acabado. Según el tipo de pintura por el que te hayas decantado, a base de agua o de solvente, tendrás que usar una imprimación adecuada. La aplicarás con una brocha o un rodillo, no sin antes protegerte debidamente, con guantes o gafas especiales, con el fin de evitar salpicaduras en tu piel y ojos.

Después de poner esta capa es importante que la dejes secar muy bien. Para que no haya dudas, te recomendamos que leas las indicaciones del fabricante del producto. Posiblemente, requerirás dejar el cuarto paso hasta el día siguiente, así que, tómatelo con calma.

Imprimación para saber cómo pintar una puerta de madera

Pinta la puerta

En este paso, ya tienes que haber tomado una decisión con el color y el tipo de pintura que vas a utilizar. Sujeta con firmeza la brocha o el rodillo de tu elección y comienza a aplicar una primera mano de pintura, a ser posible, siguiendo las vetas de la madera, para que obtengas un acabado perfecto y no se note un mal brochazo.

¿Por dónde comenzar? Lo mejor es iniciar por las orillas y los marcos de la puerta. Después, sigue por la superficie, realizando movimientos uniformes y cruzados. Una vez que has conseguido esta primera capa, será necesario que la dejes secar, antes de aplicar otra mano de pintura.

Una segunda capa de pintura permitirá una óptima cubrición, además de una mayor durabilidad. Te podrás olvidar de restaurarla durante un largo periodo. Tras aplicar esta cobertura, deja que se seque adecuadamente, para que no tengas problema a la hora de manipularla. Después podrás retirar, siempre con cuidado, la cinta de pintor o carrocero y el papel protector, que te permitirá proteger el suelo.

Brocha pintando una puerta de madera de color marrón

Monta la puerta

Por fin, es el instante de reinstalar la puerta en su lugar original y disfrutar de su nuevo aspecto, con la sensación de ver la madera renovada. Debes comprobar que abre y cierra correctamente y que no roza con el marco o el suelo.

Para un cambio más drástico, puedes elegir una manija o pomo nuevos, que combinen con las nuevas tonalidades de la puerta o que, simplemente, aporten una mayor seguridad al cierre de la misma.

Persona instalando una puerta de madera

Ya sabes cómo pintar una puerta de madera, aportando un toque personal al elegir el color de tu preferencia. Si deseas algo atrevido, apuesta por el amarillo, el rojo o el azul. En caso de que lo tuyo sea el diseño tradicional, tienes los colores neutrales o cálidos. El beige puede ser perfecto si quieres que la sensación del amaderado se mantenga.

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