El estilo farmhouse se ha convertido en uno de los más deseados por aquellos que aman el estilo de vida campestre. Quienes buscan que su hogar tenga un toque rústico, acogedor y que recuerde a una granja ya están haciendo cambios para adecuar las estancias al estilo decorativo que más se está popularizando.
Sigue leyendo y descubre qué es la decoración farmhouse y cuáles son las claves a tener en cuenta para darle un cambio de estilo a tu casa.
Índice
Qué es el estilo farmhouse
El estilo farm house defiende una decoración inspirada en la vida en el campo. Pero no se basa en las casas de campo o granjas españolas, sino en las de Reino Unido y Estados Unidos.
Es una forma de decoración que busca evocar una sensación de calidez y familiaridad, lo que solemos llamar una sensación “de hogar”. Para ello, fusiona elementos rústicos con toques modernos que dan lugar a rincones elegantes, prácticos y muy acogedores.
Esta tendencia decorativa tiene ya algún tiempo, y surgió como consecuencia de la necesidad de crear espacios que fueran funcionales y acogedores para las familias que vivían en el campo en las zonas rurales. Pero, últimamente, es estilo farmhouse se ha extendido también a las grandes ciudades.
Los programas de televisión y las redes sociales han contribuido a dar a conocer el encanto y versatilidad que tiene este tipo de decoración, despertando el interés de muchas personas en hacer de su hogar un remanso de tranquilidad y de conexión con la naturaleza, en el que pueden refugiarse del ajetreo y el bullicio de la vida moderna.
Lo bueno de esta forma de decoración es que se puede adaptar a una gran variedad de espacios. Es cierto que queda especialmente bien en casas de campo porque el entorno natural es el mejor escenario para resaltar la belleza de los materiales y las texturas naturales, sin embargo, también se puede aplicar en pisos ubicados en un entorno urbano.
Claves del estilo farmhouse
Como decíamos antes, buscamos un equilibrio perfecto entre lo rústico y lo moderno para poder crear un lugar acogedor. Esto lo vamos a lograr a través de los siguientes elementos:
Materiales naturales
Constituyen la base de una decoración inspirada en una granja de la campiña inglesa o norteamericana.
Podemos destacar especialmente:
- Madera. Es el material protagonista y puede estar presente en todas las estancias. En el suelo, en los muebles del salón e incluso en forma de encimera en las cocinas de estilo farmhouse. Por sí sola, ya consigue convertir cualquier espacio en un lugar mucho más acogedor y cálido.
- Piedra. Otro de los materiales clave que podemos observar en las chimeneas, las encimeras de cocinas y baños, e incluso en las paredes a modo de revestimiento.
- Mimbre y ratán. Aportan una sensación de ligereza y frescura, y pueden estar presentes a través de sillas, mesas auxiliares, cestas de almacenamiento o accesorios decorativos como tulipas de lámparas o marcos de espejos.
- Lino y algodón. Los textiles naturales contribuyen a darle al dormitorio estilo farmhouse un aire confortable e íntimo. Transmiten sensación de naturalidad y simplicidad, que es algo que facilita la relajación.
- Cerámica y barro. El barro cocido puede estar presente en suelos y paredes, pero también se puede incorporar a través de enseres como jarrones, macetas, tazas, etc.
- Hierro forjado. Se usa en detalles decorativos como lámparas, percheros, cabeceros y accesorios de cocina. Crea un contraste muy interesante con otros materiales naturales como la madera o la piedra.
Paleta de colores neutros
La paleta de colores para un hogar de estilo farmhouse debe ser neutra, porque esta es la mejor manera de crear un ambiente sereno, atemporal y acogedor.
El blanco roto es uno de los colores más emblemáticos en esta forma de decoración. Es un tono suave que aporta luminosidad y amplitud a los espacios, aportando una sensación única de frescura y pureza.
Otra buena elección son los tonos beige y arena. Su calidez evoca la sensación de estar rodeado de naturaleza y contribuyen a crear una atmósfera relajante. Además, son colores versátiles que combinan fácilmente con acentos de colores más vivos, como los colores pastel.
El gris claro es un color atemporal que queda bien en todo tipo de estilos de decoración porque tiene un aire elegante y sofisticado. Es un tono neutro capaz de añadir profundidad y serenidad a los espacios.
Para resaltar alguna zona en concreto, se puede optar por colores un poco menos neutros, pero no demasiado brillantes. El gris azulado y el verde oliva son dos buenas elecciones, ya que aportan frescura y serenidad.
Iluminación cálida
Una casa de estilo farmhouse es un lugar para descansar, y nada contribuye tanto a realzar la sensación de confort en el interior como una iluminación cálida.
Las lámparas de pie con pantallas de tela y las luces empotradas con regulador de intensidad son una buena opción para aportar a las estancias una luz ambiental suave y difusa que contribuye a la relajación.
Se pueden combinar con lámparas de luz cálida que resalten algunos rincones. Por ejemplo, lámparas de mesa con bombillas de luz amarilla suave o luces LED de color ámbar.
Si hay un elemento que no puede faltar en una decoración inspirada en la vida en el campo son las velas, que añaden un toque de calidez y romanticismo. Pueden estar colocadas en vasos de cristal, en faroles metálicos o en candelabros.
Y no hay que olvidarse de potenciar todo lo posible la iluminación natural. Para ello, nada como utilizar cortinas de tela ligera y semitransparente, que dejen pasar la luz del sol. También se pueden colocar espejos de forma estratégica para reflejar la luz natural y hacer que los espacios interiores se vean más amplios y luminosos.
Toques de naturaleza
Los elementos naturales son absolutamente fundamentales en la decoración farmhouse porque son la mejor manera de conectar el interior con el entorno natural.
En una vivienda de este estilo no pueden faltar las plantas naturales. Lo más recomendable es optar por plantas de interior de hojas verdes y exuberantes, como los helechos o los potos. También los cactus y las suculentas son una buena elección; hay muchas variedades y requieren pocos cuidados.
Podemos colocar las plantas en macetas de barro o mimbre y reforzar así la estética rústica que estamos buscando.
Unas ramas, un pequeño ramo de flores silvestres o unas piñas recogidas en el campo son suficientes para crear un bonito efecto visual y trasladarnos a un entorno natural. Si se te dan bien las manualidades, puedes crear coronas de flores secas para decorar puertas o ventanas.
Otra forma de añadir toques naturales a la casa es a través de los elementos decorativos. Por ejemplo, con un espejo con un marco de madera recuperada, un cuadro que represente un paisaje o cojines con estampados de hojas o de flores.
Textiles cálidos y acolchados
Son elementos que contribuyen a crear sensación de hogar, porque aportan calidez y bienestar. Puedes introducirlos a través de mantas de punto o de lana, mejor si están elaboradas de forma artesanal.
Los cojines de tela suave y acolchada son otro de los elementos básicos en esta decoración. Es recomendable elegir modelos con fundas de tejidos naturales como el lino o el algodón, de tonos neutros, con estampados florales o de cuadros. Si, además, la funda es acolchada, conseguimos añadir textura.
Convertir tu casa en un hogar al estilo farmhouse es sencillo. Solo tienes que hacer algunos ajustes y la atmósfera cambiará totalmente.