Mantener la casa limpia puede parecer una tarea de titanes, especialmente si sucumbimos a la tentación de aplazar sine die las imprescindibles labores de limpieza. Pero no es tan difícil como parece, basta con establecer una rutina de limpieza en casa diaria, complementada con otra semanal.
También es conveniente, al menos una vez al mes, repasar a fondo algunos elementos muy concretos. Así que sigue leyendo para conocer cómo mantener la casa limpia sin necesidad de realizar grandes esfuerzos.
Todo lo que tienes que hacer es organizarte y evitar que se acumule una cantidad de suciedad excesiva. ¿Y cómo hacerlo? Estas son las rutinas que te recomendamos que adoptes:
Índice
Rutina de limpieza en casa diaria: limpieza ligera
La rutina de limpieza en casas exige que todos los días efectúes ciertas tareas que no requieren de esfuerzos excesivos. Y cuando decimos que las efectúes, lo que en realidad queremos indicar es que las repartas entre todos los miembros de la unidad familiar:
Haz las camas
Aunque esto no es estrictamente una tarea de limpieza, se trata de una acción imprescindible para que los dormitorios se vean limpios. Una cama deshecha desluce cualquier esfuerzo de limpieza.
Además, puedes aprovechar para aspirar las sábanas bajeras y eliminar los diminutos residuos que sirven de alimento a los ácaros.
Barre o aspira los suelos de los dormitorios y del salón
Un barrido o aspirado rápido diario es suficiente. Tan solo se trata de evitar que se acumule el polvo y que, cuando llegue el momento, la tarea de barrer no sea muy incómoda. Otros factores que contribuirán a mantener un suelo limpio serán: evitar caminar por el hogar con los zapatos de calle, evitar verter restos de comida en el suelo, evitar que caigan pelos en el suelo del baño, etc.
Pasa el plumero por los muebles y por las lámparas
Esto es indispensable si las ventanas de casa están abiertas a menudo. Si solo las abres durante un rato para ventilar, bastará con que pases el plumero cada dos o tres días, de esta forma evitarás que el polvo se acumule durante días.
Friega el suelo de la cocina y no acumules platos y cacharros sin lavar
Estas dos tareas sí que tienes que efectuarlas obligatoriamente todos los días.
Respecto al suelo de la cocina, aunque aparente estar razonablemente limpio, en él se acumulan residuos orgánicos de mínimo tamaño que después se adhieren a las zapatillas, depositándose posteriormente en otras dependencias de la casa.
Cuando en las habitaciones hay alfombras o moqueta, esto último resulta en manchas muy difíciles de quitar.
Repasa con la fregona el suelo de los baños
Esta tarea puedes hacerla a diario. Otra opción es que solo la efectúes cuando observes que sobre el suelo de los aseos hay alguna salpicadura o marcas de pisadas, algo muy frecuente en los baños.
Vigila los cestos de ropa sucia
No permitas que se te acumulen montoneras ingentes de ropa sin lavar. Cuando veas que hay ropa sucia suficiente para llenar el bombo completo (o la mitad del bombo), ponte manos a la obra y enciende la lavadora.
Rutina de limpieza semanal
Todo lo anterior es suficiente para impedir que se acumulen la suciedad y la ropa sin lavar. Pero para que la casa esté realmente limpia, es preciso realizar una limpieza semanal más concienzuda.
¿Y cómo organizar la limpieza de la casa semanal? Fácil: no pretendas hacer esa limpieza a fondo semanal en un solo día. Lo que tienes que hacer es distribuir en seis o siete días las tareas de esas limpiezas que se efectúan una sola vez por semana.
Una vez distribuidas, cada día de la semana añadirás una tarea semanal a las de la rutina de limpieza cotidiana.
Es decir, cada día de la semana tendrás que realizar todas las tareas de limpieza ligera que hemos señalado en el apartado anterior, más la tarea correspondiente a la parte parcial de la limpieza semanal.
A continuación, te ofreceremos un ejemplo de la distribución de las tareas semanales a lo largo de la semana. Podrás llevarlas a cabo tal y como las exponemos o reorganizarlas dependiendo de tu disponibilidad.
- Lunes: friega a fondo todos los suelos de la casa, salvo los de los baños.
- Martes: limpia bien los elementos de uso de los aseos: bañera o ducha, lavabo, WC, estantes, armarios y espejos. Antes de salir, friega sus suelos a conciencia.
- Miércoles: le toca el turno a la cocina. Limpia los exteriores de electrodomésticos y armarios. Haz lo mismo con el fregadero y con todas las superficies de manipulación de alimentos y utensilios.
- Jueves: cambia la ropa de las camas. Aprovecha para aspirar a fondo los colchones.
- Viernes: aspira las alfombras y tapizados de la sala de estar. Después, limpia los muebles. Así evitarás que parte del polvo que se levanta al aspirar se deposite sobre ellos tras haberlos limpiado.
- Sábado: el sábado puedes limpiar todos los cristales de la casa. Si prefieres descansar ese día, limpia los cristales de cada dependencia en el día de la semana en que te dedicas específicamente a ella.
- Domingo: el domingo deberías descansar. Si has cumplido con las rutinas anteriores, te mereces de sobra ese día de descanso.
Rutina de limpieza mensual
Una vez al mes, es preciso realizar las siguientes tareas:
Limpieza a fondo del interior del refrigerador y del horno
Vacía el frigorífico y el congelador, limpiando a fondo su interior y sus cajoneras. Aunque te parezca que el horno no está sucio, repásalo usando un desincrustante específico para hornos.
Comprueba los interiores de la lavadora y el lavavajillas
Además, cada 30 días comprueba el interior de la lavadora. Si hay malos olores, las lavadoras modernas disponen de un programa de autolimpieza del bombo.
Lo mismo te decimos del lavavajillas: si ves que huele mal, probablemente es porque hay restos orgánicos. Retira las rejillas y límpialo a conciencia.
Lavado de cortinas
Si en la casa hay fumadores habituales, esto es poco menos imprescindible: las cortinas adquieren un tono oscuro y huelen mucho a tabaco.
Caso contrario, lava estos elementos cuando te parezca que ya no lucen todo lo bien que deberían.
Limpieza interior de los armarios y cajoneras de cocina
Al menos una vez al mes, dedica un tiempo a limpiar todos esos muebles por dentro y a organizarlos. Son espacios que al estar cerrados suelen descuidarse, por lo que dedicarle un rato para mantenerlos limpios y ordenados es de agradecer.
Elementos que deben limpiarse, como mínimo, una vez al año
Estos son los elementos del hogar que merecen tu atención, cuando menos una vez cada 12 meses:
Alfombras y tapicerías
En el caso de las alfombras, la opción cómoda es llamar a una tintorería con servicio de recogida a domicilio. Puedes hacer lo mismo con los tapizados de sofás y sillones, si estos son extraíbles. Si prefieres hacerlo tú mismo puedes limpiar tus alfombras y tapizados siguiendo estos métodos.
Interiores de los armarios
Aprovecha los cambios de temporada para vaciar armarios y limpiar su interior. Si no cambias la ropa de armarios en primavera y en otoño, has de limpiar sus interiores, como mínimo, una vez al año.
Como en el caso de la rutina de limpieza de casas semanal y mensual, te recomendamos que no te atragantes intentando hacerlo todo en un solo día. Tienes sobrados días al año para hacer una cosa de cada vez, e incluso puedes emplear dos días para hacer cada cosa.
Consejos adicionales
No asumas la responsabilidad exclusiva de mantener la casa limpia. Involucra en las rutinas diarias a todos los miembros de la familia. A modo de ejemplo, que cada cual se ocupe de mantener limpio y ordenado su propio dormitorio.
Respecto a las zonas comunes, reparte las obligaciones diarias entre todos los ocupantes de la casa. Lo mismo puede decirse de las limpiezas semanales y mensuales: distribuye las tareas de forma equitativa y exige la colaboración de todos.
Finalmente, recuerda que ninguna rutina de limpieza en casa debe convertirse en una tarea agotadora. Si cometes el error de que así sea, lo que ocurrirá es que, inconscientemente, tenderás a aplazar su realización. La clave para mantener la casa limpia y ordenada es dosificar el esfuerzo y ser constante.
