Probablemente, hayas oído hablar o visto la decoración shabby chic en algún sitio. Este estilo, que es originario de Gran Bretaña, se ha convertido en tendencia en los últimos años.
Aunque se parezca al vintage y tenga un aire romántico, tiene sus propias diferencias. Sin embargo, es todo un éxito por sus líneas sencillas y toques dulces. Conozcamos todos los detalles sobre esta moda y cómo implementarla en nuestro hogar.
Índice
Qué es el estilo shabby chic
La palabra «shabby« hace alusión al desgaste o aspecto desaliñado, en cambio, el término «chic» se refiere a elegancia y distinción. Si nos fijamos en algunas de las casas antiguas de la campiña británica, podemos observar el predominio de estos elementos antiguos con otros más modernos.
Esta mezcla decorativa de muebles actuales con ideas personalizadas es uno de sus grandes atractivos. Materiales como la madera, el hierro forjado y los acabados envejecidos son los grandes protagonistas del estilo shabby chic. El color estrella es el blanco, aunque es frecuente combinarlo con tonos pastel o empolvados.
El secreto de esta decoración es saber combinar perfectamente la gama cromática con el mobiliario, los textiles, los tejidos y los accesorios. Se suelen usar bastante los jarrones antiguos, piezas de porcelana, las velas y los cojines. Pero conseguir un ambiente minimalista con colores que ofrezcan una atmósfera serena y relajada, no siempre es fácil. La idea es aportar claridad sin dar un aspecto desordenado.
Claves del estilo shabby chic
Esta moda, que conjuga a la perfección los elementos del estilo vintage con la inspiración rústica, se está convirtiendo en uno de los diseños preferidos de los interioristas. Si queremos transformar un espacio doméstico con mucho encanto, es conveniente saber cómo hacerlo, veamos cómo conseguirlo con estos consejos.
La elección del blanco y tonos claros
Ya hemos avanzado que en la decoración shabby chic se emplea principalmente el color blanco y los tonos suaves en pastel, puesto que el objetivo es lograr un ambiente romántico. El blanco, el rosa pálido, el beige o el azul celeste son ideales para crear esta atmósfera relajada.
Da lo mismo si se trata de un dormitorio, un salón o un cuarto de baño, ya que estas tonalidades son el principal hilo conductor. Esta gama de colores, que generan la sensación de pulcritud y luminosidad, se pueden usar tanto en las paredes, puertas como en el mismo mobiliario, etc.
El mobiliario envejecido
La elección de los muebles es otro de los factores determinantes para conseguir este estilo. El mobiliario en forja en color blanco y las piezas en madera con detalles metálicos son perfectas para lograr un aire retro. Los acabados envejecidos juegan un papel clave, sobre todo, en los cabeceros de los dormitorios. Incluso, las camas de forja también suelen utilizarse mucho en estos ambientes.
Otro detalle que destacar es el predominio del dorado a través de algunos elementos propios del mueble o accesorios que combinen con estos. Es fácil encontrarlos en los tiradores, las esquinas, en los espejos, lámparas, incluso en los candelabros. Sin embargo, es conveniente que sea un oro envejecido para conseguir este toque.
Es muy habitual pintar los muebles de madera oscura en tonos claros para crear un efecto polvoriento, ya se trate del tono gris marfil o un rosa pastel. De esta manera, se conseguirá la naturalidad y el desgaste típico de las piezas de antaño.
Flores y estampados suaves
Los detalles florales y los estampados suaves son elementos fundamentales en el estilo shabby chic moderno. Esto se consigue fácilmente con cojines, cortinas, alfombras u otros accesorios, que ofrezcan el equilibrio entre ambos estilos.
Como esta esencia procede de la campiña inglesa, es normal que las flores estén presentes, tanto físicamente como en los estampados de los textiles de los sofás, sillas o manteles. Incluso, el uso del papel pintado garantiza un aspecto más femenino y romántico. Da igual el tamaño y la variedad floral, aunque es mejor si son silvestres, como las lilas o margaritas.
Además de las velas, jarrones, espejos y portarretratos con marco rococó, también se utilizan las chimeneas de mármol y piedra natural. Esta idea clásica es fantástica para el comedor porque garantiza un ambiente más cálido y acogedor.
La elección de materiales naturales
Los materiales que se emplean son naturales y respetuosos con el medioambiente. Un aspecto crucial en estos tiempos donde se busca reducir los residuos contaminantes. Se suelen utilizar el lino, la seda, el algodón y el encaje, entre otras opciones similares. Dependiendo de la época del año, tenemos la opción de elegir aquellos que sean más fresquitos o calentitos.
Atreverse a mezclar materiales distintos también es una buena opción para romper con la monotonía. Lo importante es no sobrecargar los espacios en exceso, aunque se trate de ofrecer un toque rompedor, hay que hacerlo con elegancia y sutileza. La idea de incluir adornos excesivos o diseños recargados no es lo más apropiado para esta tendencia.
Shabby chic: la técnica DIY
Este estilo se ha ido afianzando con el paso del tiempo, incluso, muchos amantes de la técnica DIY (do it yourself) han optado por recuperar muebles en desuso para adaptarlos a esta decoración. La idea de dar una segunda vida a un mueble u objeto es fascinante para muchos.
Por suerte, podemos encontrar este mobiliario a buen precio en tiendas de segunda mano o en mercadillos especializados en su venta. Si a esto, le unimos la habilidad por el arte textil y las manualidades, podremos hacer las fundas para los cojines, tapizar las sillas o decorar cualquier objeto a nuestro gusto.
Esperamos haber despejado algunas de las dudas sobre cómo conseguir un ambiente shabby chic y no morir en el intento. Si aplicas estos consejos, estamos seguros de que lograrás este efecto en cualquier estancia que te propongas. Hay miles de ideas para poner a prueba tu imaginación y lograr una decoración exclusiva. Para mayor información, lo mejor es ponerse en manos de profesionales para que te ayuden a hacer realidad la idea que tienes en la cabeza.